Sin #NadaQueCelebrar ayer 10 de mayo, “día de las madres”, se llevó a cabo en la Ciudad de México, la VI Marcha de la Dignidad Nacional: Madres buscando a sus Hijos, Hijas, Verdad y Justicia por la miles de desapariciones en el país.
Un año más cientos de mujeres, acompañadas por familiares, amistades y varios grupos de apoyo se reunieron en el Monumento a la Madre cerca de las 9:00 hrs. para manifestarse en contra de la inseguridad en el país, de la impunidad del gobierno, para exigir justicia y verdad, pero sobre todo para demandar a las autoridades el seguimiento y la investigación de sus casos, además de “una Ley General en Materia de Desaparición de Personas que esté a la altura de las necesidades de las familias y que sea aprobada lo antes posible.”
“Hemos superado la búsqueda del Estado que sigue sin tomar su responsabilidad de investigaciones, peritos, rastreadores de fosas, expertos forenses e incluso en abogados” […] “Las miles de personas desaparecidas, y las miles encontradas en fosas clandestinas en México requieren urgentemente de la atención del Estado.“
“Hemos visto con dolor y frustración que no sólo el sistema de justicia no estaba preparado para las desapariciones, sino que además sigue estando en contra de darle la verdadera dimensión de lo que es esta tragedia“, expresó Araceli, representante del Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, madre de Fernanda Rubí Salcedo Jiménez.
Foto: La que Arde, Karen Navarrete/Elisa Martínez
Con letreros y pancartas en mano, demostrando que sus hijas e hijos no son sólo un número, los contingentes que conformaron la marcha comenzaron a avanzar hacia el Ángel de la Independencia a la voz de: ¡Viv@s se los llevaron, viv@s los queremos!, ¡Hij@, escucha, tu madre está en la lucha!
“Es una vergüenza que a más de 31 meses de la desaparición forzada de nuestros hijos no tengamos ni una respuesta. Los únicos responsables [los del] Estado. […] Para que ellos nos digan dónde están tenemos que estar gritando en las calles, manifestándonos, porque así nada más ellos no nos hacen caso“- Cristina, madre de Benjamín Ascencio Bautista (uno de los 43 normalistas desaparecidos de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa).
En México, hasta marzo del 2017, se habían registrado 30,942 desapariciones, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, de las cuales 23,032 son hombres y 7,910 mujeres. En diciembre del 2015 fueron 26,128, lo cual representa un significativo aumento de 4 mil 814 casos en tan sólo dos años. Sin embargo, se desconocen las cifras exactas y los detalles de las desapariciones.
Detrás de estas cifras hay miles de nombres e historias interrumpidas que se convirtieron en una lucha constante para las madres, quienes en su mayoría han llevado las investigaciones de sus casos particulares por cuenta propia tras la falta de apoyo por parte de las autoridades.
La violencia institucional por omisión queda al descubierto en los testimonios de las manifestantes, la cual según la Ley General de Acceso a una Vida Libre de Violencia (LGAVLV) es otro tipo de violencia que vivimos las mujeres en México.
“Mi hija desapareció un 11 de marzo del 2015. Discutió con su pareja, tuvo un altercado por su hijo y al día siguiente quedamos de solucionarlo, ver si se venía a vivir conmigo, pero ya no supe de ella. Y de ahí ya son dos años, dos meses que la estamos buscando sin descansar” […] “Daniela era muy tranquila, muy responsable, su prioridad para ella era su hijo, siempre su hijo. Como cualquier chica de 20 años, una chica común, normal, tranquila”, recuerda Laura, madre de Daniela Mabel Sánchez Uriel.
Elizabeth, hermana de Oswaldo Espejel Guevara e hija de Cornelia Guevara explica que: “Las investigaciones nosotros como familia las hemos hecho, se las entregamos a las autoridades y ellos gran cosa no le han hecho” […] “Hemos presionado al gobierno a que nos ayude al menos con el apoyo de ir a SEMEFOS, hospitales. Cuando encuentran fosas, a que nos ayuden al traslado para ir a checar los cuerpos.”
Debido a que las autoridades no cumplen con su trabajo y retrasan con ello los procesos, las madres se han visto obligadas a tomar el seguimiento de las investigaciones, exponiéndose con ello a más violencia. Cornelia Guevara recibió cartas de amenaza en su hogar, las cuales le advertían que ya no se molestara por buscar a su hijo porque él ya estaba muerto.
Foto: La que Arde, Karen Navarrete/Elisa Martínez
“Mi mamá denunció las amenazas y después de 15 días se las quitaron, […] pensaron que mi mamá estaba exagerando“, explica Elizabeth con dolor. Días después encontraron a Cornelia Guevara asesinada.
¿Qué es para una madre tener a su hija o a su hijo desaparecido, sin saber si sigue con vida? Estas miles de madres no se pasean por las plazas buscando regalitos, no celebran con sus hijas e hijos. Ellas lloran y se desgarran por la ausencia de su ser querido, pero no tienen de otra que seguir de pie, fuertes, luchando para que se haga justicia.
“Mi hija es lo más bonito que me pasó […] siempre me gritaba “Mamá, te quiero mucho” […] no voy a descansar, siempre la voy a buscar“ -Esperanza, madre de Evelyn Fabiola Alcántara de 9 años.
“Porque la lucha por una hija no termina y una madre nunca olvida. ¡Aquí estamos las madres buscando a nuestros hijos! Y donde quiera que estés… Te amo Rubí. ¡Y ningún día dejaré de buscarte!” -Araceli, Madre de Rubí Salcedo.
“Hoy ya son tres años que no recibo de mi hijo un abrazo del día de las madres” -Cristina, madre de Benjamín Ascencio Bautista (uno de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa).
Ellas piden apoyo, solidaridad, que no las olviden, ni a ellas ni a sus desaparecid@s, que luchemos con ellas y no esperemos a que nos suceda:
“No sean indiferentes a una situación como la mía o como la de miles de personas que estamos aquí –explica Laura, madre de Daniela Mabel Sánchez Uriel. -Que en México hay despariciones o feminicidios y que abran los ojos y nos ayuden a encontrar los nuestros.”
“Este día no hay nada que festejar, sino exigiendo al gobierno que nos debe de regresar a nuestros hijos, que es el único responsable” –Cristina, madre de Benjamín Ascencio Bautista, normalista de Ayotzinapa.
Porque ser mujer no implica ser madre, pero ser madre siempre implica ser mujer, nosotras, hermanas, las abrazamos y les decimos: ¡No están solas!
Galería de fotos y portada: La que Arde, Karen Navarrete/Elisa Martínez