La que Arde Revista digital
Paralelamente a la ilegal, pero intensa campaña de revictimización que emprendieron en perjuicio de Lesvy Berlín Rivera Osorio, asesinada en la UNAM el 3 de mayo, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) y los medios de comunicación hegemónicos, las autoridades han mantenido la identidad de Jorge Luis González Hernández, delincuente serial, pareja sentimental de Lesvy y principal sospechoso de su asesinato, en estricto secreto.
No obstante, algunos medios de comunicación, como La Jornada San Luis y “El País”, han filtrado información que nos ha permitido saber de él lo siguiente:
1) Que ha estado preso en 4 ocasiones por:
- Robo a negocio
- Robo sin violencia
- Allanamiento de morada
- Delitos cometidos contra servidores públicos
2) Que le propinó a Lesvy una golpiza con una cadena minutos antes de su asesinato, que le provocó sangrado interno en la cabeza y marcas en la cara y en todo el cuerpo, además de la que dejó un cigarro que el feminicida apagó en la pierna de Lesvy.
3) Que a unos minutos de golpear brutalmente –y, muy probablemente asesinar- a Lesvy, dejó abandonado su cuerpo a mitad del campus, a manera de trofeo, para ir a casa (¿a dormir?).
4) Que, como reveló “El País”, golpeaba a Lesvy con regularidad:
5) Que fue él mismo quien propuso a la PGJCDMX la teoría del “suicidio” de Lesvy.
6) Que ha mentido en múltiples ocasiones durante la investigación:
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Aseguró durante dos meses que no había estado presente en la escena del crimen, y que, después de sostener una discusión con Lesvy, él se había ido a su casa y ella se había quedado en la UNAM.
- Aseguró durante dos meses que se enteró de la muerte de Lesvy hasta el día siguiente de su asesinato.
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Ocultó premeditadamente el asesinato de Lesvy, incluso después de que en los medios salió la noticia, informando que el cuerpo de una joven desconocida había aparecido en la UNAM.
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Ocultó, junto con las autoridades de la PGJCDMX y de la UNAM, la golpiza que le propinó a Lesvy unos minutos antes de su asesinato.
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Ocultó, junto con las autoridades de la PGJCDMX y de la UNAM que su papá es cercano a un alto funcionario de la UNAM: Marco Antonio Dominguez Mendez, Director General de Personal de la UNAM.
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Aseguró a las autoridades que Lesvy “tenía problemas de alcoholismo”, que consumía drogas y que había abandonado sus estudios.
La imagen del único sospechoso del asesinato de Lesvy -que aquí presentamos a nuestras lectoras con el propósito de prevenirnos entre nosotras ante este peligroso criminal-, llegó a nosotras desde la parte sensible de la ciudadanía que ha expresado abiertamente su indignación por el sucio manejo que las autoridades han hecho del “proceso de investigación”.
No olvidemos este rostro. No olvidemos este nombre. Difundámoslo como fue difundida la información infamante sobre Lesvy. Pongamos, de una vez por todas, en el ojo público a este criminal, que hasta ahora ha gozado del anonimato que le brinda el aparato de Estado.
Con apoyo de los ilusionistas del derecho, este criminal ha intentado urdir otra más de las descabelladas versiones de las que el Estado mexicano se ha valido en múltiples ocasiones para transformar feminicidios en “suicidios”.
Nuestra respuesta es: No, criminales del realismo mágico, ilusionistas del derecho, mercaderes de sombras y mentiras, NO nos tragaremos sus “verdades históricas”. No, feminicidas, NO nos detendremos hasta que Jorge Luis González Hernández sea condenado por el feminicidio de Lesvy Berlín Rivera Osorio.
Ayúdanos con una firma haciendo clic aquí para exigir justicia para Lesvy.
